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Itinerario: Civitavecchia - Florence - Portofino - Nápoles - Palermo - Brindisi - Kotor, Montenegro - Dubrovnik - Split - Ravenna
Interior
U$S 2,077 por persona
Alojamiento de mejor valor seleccionado expresado en dolares americanos
Civitavecchia se estableció en el año 108 D.C., por el Emperador Trajano y desde entonces ha servido fielmente como puerta de entrada a la capital del Imperio, Roma. Una vez que el centro del mundo antiguo de la cual emperadores gobernaron durante casi toda la civilización occidental, Roma sigue siendo una meca cultural. Pasee por las antiguas salas del Coliseo o contemple los techos de la Capilla Sixtina.
Florence, capital of Italy’s Tuscany region, is home to many masterpieces of Renaissance art and architecture. One of its most iconic sights is the Duomo, a cathedral with a terracotta-tiled dome engineered by Brunelleschi and a bell tower by Giotto. The Galleria dell’Accademia displays Michelangelo’s “David” sculpture. The Uffizi Gallery exhibits Botticelli’s “The Birth of Venus” and da Vinci’s “Annunciation.”
There are few towns more picturesque than Portofino, an Italy cruise destination that rivals Cinque Terre, Florence, and Rome. This small and intimate vacationer’s haven offers Portofino cruise passengers the quintessential Italian experience. You’ll be tendered via boat to a land of sunshine, beach umbrellas, and fresh seafood, where you can scuba dive to see a statue of Christ underwater, or enjoy a challenging hike up Monte de Portofino for the afternoon.
Portofino begs you to turn off the notifications on your phone, order a cold drink or sip a cappuccino, and enjoy the finer things in life. The pastel homes and buildings against the glittering lure of the Ligurian Sea is a feast for the eyes. Sure, you could venture on to Genoa or spend a day in San Rocco, but Portofino has all the simple pleasures you could ask for. Portofino, oozing Italian charm and brimming with art and history, is proof that you don’t have to compete with Italy’s big cities for a great time.
Nápoles es una gran ciudad portuaria situada en el suroeste de Italia y es la capital de la región italiana de Campania. Una escala de crucero en Nápoles es una excelente forma de visitar la tercera ciudad más grande de Italia y experimentar todo aquello por lo que es conocida esta famosa ciudad, como la pizza, la historia y su proximidad a varios de los lugares famosos de la Italia.
Por su ubicación, Nápoles es una ciudad portuaria única para los viajeros de cruceros por el Mediterráneo. Tiene el encanto de una ciudad enérgica, ya que Nápoles alberga un vibrante centro histórico y una famosa escena culinaria, pero también es la puerta de entrada a algunos de los lugares más atractivos del mundo. La Costa Amalfitana, la isla de Capri y la ciudad perdida de Pompeya están a un día de viaje.
Los fenicios crearon Palermo, que significa “rodeado de acantilados rocosos” en algún momento entre el 8 y el 6 siglo A.C. Rica en historia y obras de arte, usted se sorprenderá de la variedad de estilos arquitectónicos – bizantino, árabe, y normando, la influencia se mezclan en muchos edificios – que refleja las muchas naciones que han gobernado esta pequeña isla durante los siglos.
Kotor ofrece algunas de las obras arquitectónicas más bien conservadas en toda la costa del Adriático, con lugares de interés como la Catedral de San Trifón. Construida en 1166, hay frescos que datan de cientos de años, y gran parte de la labor de socorro de oro y plata realizado por maestros artesanos de la ciudad de la época se llevan a cabo para su custodia entre sus muros.
Fundada hace 1.300 años en el extremo sur de la Costa Dálmata, esta ciudad una vez rivalizó con Venecia en términos de su importancia. Haga un recorrido a pie al Convento de los Dominicos y maravillarse con la mejor colección de pinturas del Renacimiento, incluyendo una pintura de Tiziano.
Bordeada de palmeras, esta ciudad costera del Adriático también es una meca cultural. Dentro de los muros del Palacio de Diocleciano, descubrirá numerosos edificios históricos, museos, el Teatro Nacional y una colección de antiguas iglesias. Cultura, belleza, la maravilla de la naturaleza – Split lo tiene todo.
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