Mediterráneo Occidental desde Barcelona

Barcelona, capital de Cataluña y una de sus provincias, es un lugar de historia palpable, donde perderse paseando por las calles medievales del Barri Gotic. Es una ciudad diseñada para deleitar los sentidos: visite iglesias modernistas de otro mundo, como La Sagrada Familia de Gaudí, o deléitese en una cafetería callejera con unas patatas bravas o un mojito de maracuyá. Explore Barcelona a bordo de un crucero europeo.

Cannes y el glamour van mano a mano y nunca tanto que durante el festival de cine de mayo cuando el quién es quién de Hollywood desciende sobre la ciudad. Pero en cualquier época del año, es uno de los resorts más elegantes de la Costa Azul. Dé un paseo por La Croisette, el paseo marítimo sombreado por palmeras, frente a la playa , pasando por delante de hoteles como el Belle-Époque, boutiques de diseñadores y cafés elegantes – perfecto para observar a la gente.

Qué suerte de visitar la regíon de Toscana, Florencia y Pisa, resplandeciente en el arte y la historia. Lo que es aún más afortunado es que todas las principales atracciones de Florencia están situadas en el centro de la excursión. Vea Santa Croce, Piazza del Duomo y David de Miguel Ángel.

Qué suerte de visitar la regíon de Toscana, Florencia y Pisa, resplandeciente en el arte y la historia. Lo que es aún más afortunado es que todas las principales atracciones de Florencia están situadas en el centro de la excursión. Vea Santa Croce, Piazza del Duomo y David de Miguel Ángel.

Civitavecchia ha sido el puerto de Roma desde el siglo XIII y la Ciudad Eterna todavía es todavía la gran atracción. No se construyó en un día, pero usted verá mucho en el suyo, desde el majestuoso Coliseo, la Basílica de San Pedro y la Ciudad del Vaticano hasta las plazas llenas de sol, fuentes fabulosas, tiendas ultra-chic de diseño y tentadoras terrazas donde puede integrarse en la cultura romana.

Debe probar lo auténtico antes de explorar el centro histórico con su gran palacio, la catedral y la casa de la ópera. ¿Se siente romántico?. Tome el catamarán a la Isla de Capri o conduzca por la costa de Amalfi a Sorrento y no olvide su cámara. Aficionados a la historia se dirijan a Pompeya, para ver cómo vivían los Romanos en el siglo I d.c.

El puerto Siciliano de Messina marca el tiempo con uno de los relojes astronómicos más grande del mundo, mientras que el cercano Taormina, con sus calles y plazas dedicadas a la ópera y un fantástico teatro Greco-Romano, se mueve al ritmo de la dolce vita. ¿Se siente aventurero? ¿Qué tal un teleférico y ascenso 4×4 hasta las más recientes corrientes de lava de activo Monte Etna?

El Puerto de La Valeta se completa con “factor sorpresa”, su enorme piedra de color miel de las murallas es un legado de los Caballeros de la Orden de San Juan, que hizo de la ciudad su bastión Mediterráneo. Hay mucho que ver desde el Palacio del Gran Maestro a la Catedral de San Juan llena de arte. Cafés, restaurantes frente al mar y playas para añadir ese toque mediterráneo esencial.

Cagliari ha sido la capital de Sicilia desde la época Romana, así que no hay escasez de historia aquí. Eche un vistazo al impresionante anfiteatro Romano cortado de la roca sólida, el museo arqueológico y las murallas de la ciudad con torres de vigilancia construidas por los Pisanos, que una vez gobernaron estas partes. ¿La relajación es más lo suyo? Acérquese a Poetto con sus millas de playas de arena fina, bares y restaurantes.

Por un lado, esta ciudad, fundada por los romanos hace unos 2.100 años, está repleta de (literalmente) historia de pared a pared y esplendor arquitectónico. Usted puede viajar atrás en el tiempo y navegar por los laberintos de callejuelas y senderos adoquinados que rodean la catedral gótica. Por otro lado, Palma está llena de vida, mostrando los mejores restaurantes de la isla, tiendas, vida nocturna y una vibrante escena artística.

Barcelona, capital de Cataluña y una de sus provincias, es un lugar de historia palpable, donde perderse paseando por las calles medievales del Barri Gotic. Es una ciudad diseñada para deleitar los sentidos: visite iglesias modernistas de otro mundo, como La Sagrada Familia de Gaudí, o deléitese en una cafetería callejera con unas patatas bravas o un mojito de maracuyá. Explore Barcelona a bordo de un crucero europeo.