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Itinerario: Tokyo (Yokohama) - Taipei (Keelung) - Hualien, Taiwan - Ishigaki - Okinawa - Tokyo (Yokohama) - Aomori - Sakata, Japón - Kanazawa - Sakaiminato, Japan - Busan - Nagasaki - Shimizu - Tokyo (Yokohama)
Interior
U$S 3,855 por persona
Alojamiento de mejor valor seleccionado expresado en dolares americanos
Yokohama y Edo comenzaron su vida como tranquilos puertos de pesca. Eso cambió en el siglo XVII después de que Tokugawa Ieyasu se convirtiera en Shogun. Edo se convirtió en el centro del poder político en Japón, posición que la ciudad conservó incluso después de la restauración del gobierno imperial en 1866.
Su contemporánea Tokio puede ser la más sorprendente ciudad de la tierra. Es una mezcla paradójica de antigua tradición y cultura posmoderna. El Ginza – la meca internacional de las compras – se encuentra cerca de los serenos jardines del Palacio Imperial, y la hipervelocidad del consumismo del siglo XXI se reconcilia misteriosamente con la elegancia y la serenidad de la cultura tradicional. Tokio ofrece al viajero una experiencia vertiginosa.
Con la Restauración de Meiji en 1868, Edo pasó a llamarse Tokio, la “capital del este”, para distinguirla de la antigua capital imperial de Kyoto, la “Capital del Oeste.”
La referencia china más antigua sobre Taiwán se remonta a la Dinastía Han en el siglo III a.C. Sin embargo, no fue hasta el siglo XVII d.C., cuando los comerciantes Chinos de Hakka se asentaron en la isla. A estos comerciantes audaces pronto pronto les siguieron los aventureros Europeos y Asiáticos que buscaban controlar y colonizar la estratégica isla. La más famosa migración ocurrió en 1948, fecha en que el Gobierno de la República de China huyó al continente.
Taipei es la capital de Taiwán y uno de los centros comerciales más importantes del mundo. A pesar de su turbulenta historia, Taiwan cuenta hoy día con una economía que es la envidia del mundo. La Taiwán moderna es líder mundial en la producción de bicicletas, chips de ordenadores, plásticos, productos químicos y ordenadores portátiles. Taipei es una moderna metrópoli sofisticada que no se ha olvidado de su rico y tradicional pasado.
El puerto de Keelung es la puerta de entrada a Taiwán. Visite la bulliciosa ciudad de Taipei y otras zonas de interés en los alrededores de esta fascinante isla en el Mar Oriental de China.
Este secreto y bien guardado lugar junto al mar es su puerta de entrada al corazón de Taiwán, una isla nación vibrante que atrajo la atención internacional con la salida de la China Nacionalista, de Chiang Kai-shek. Su belleza serena desmiente el continuo conflicto con la China continental y le da la bienvenida con los brazos abiertos. Imagine un lugar verdaderamente virgen – el Parque Nacional de Taroko Gorge – lo máximo para cualquier naturalista y entusiasta de la fauna, donde las aguas termales mineralizadas ofrecen rejuvenecimiento y felicidad. Templos chinos y japoneses tradicionales con su singular arquitectura y magnífico diseño del paisaje, despiertan los sentidos y le transportan a un mundo de gracia atemporal.
The balmy, subtropical climate draws countless visitors to its sandy shores, but Ishigaki offers much more than your typical island getaway. It is the cultural, political and economic center of the Yaeyama Islands, originally founded in 1908 as Yaeyama Village and becoming Ishigaki Town in 1926. Ishigaki was elevated to city status on July 10, 1947. A hilltop Shinto shrine which dates back to 1614 is the perfect place to start your exploration of this lovely town. Noted for its white-sand beaches and turquoise waters to which snorkelers flock for a glimpse of the island’s famed manta rays, Ishigaki Island offers many opportunities to commune with nature. Ishigaki has palm forests, mangrove-lined rivers suited for kayaking, and jungle-covered mountains perfect for hiking adventures. Amidst such natural beauty, you’ll find an abundance of cultural sites with ties to the island’s rich history. The Yaeyama Museum displays historic artifacts as well as traditional cultural items, and a visit to the well-preserved Miyara Dunchi, built in 1819, is a rare example of a samurai-style residence. Be sure to leave time in your busy day to sample some of the sweet island pineapple and to shop for the island’s famed black pearls, a most special souvenir.
Note: Ishigaki is an anchorage port. Transportation from ship to shore is via the ship’s tender service.
La isla más grande del archipiélago de Ryukyu, Okinawa ha sido un centro de comercio y una fuente de conflictos durante. La isla ha sido reino independiente, feudo de un daimyo Japonés y prefectura de Japón después de la Restauración Meiji de 1866. Okinawa fue el escenario de encarnizados combates durante los últimos días de la Segunda Guerra Mundial. Más de 100.000 civiles perecieron y la isla quedó en ruinas. Posesión militar de Estados Unidos, Okinawa regresó al dominio Japonés en 1972. Naha es la ciudad más grande de la isla y la capital de la prefectura de Okinawa.
Okinawa es la cuna del kárate. Una de las artes marciales más populares del mundo, el kárate es una fusión de kung fu chino y las artes marciales tradicionales de las islas.
Yokohama y Edo comenzaron su vida como tranquilos puertos de pesca. Eso cambió en el siglo XVII después de que Tokugawa Ieyasu se convirtiera en Shogun. Edo se convirtió en el centro del poder político en Japón, posición que la ciudad conservó incluso después de la restauración del gobierno imperial en 1866.
Su contemporánea Tokio puede ser la más sorprendente ciudad de la tierra. Es una mezcla paradójica de antigua tradición y cultura posmoderna. El Ginza – la meca internacional de las compras – se encuentra cerca de los serenos jardines del Palacio Imperial, y la hipervelocidad del consumismo del siglo XXI se reconcilia misteriosamente con la elegancia y la serenidad de la cultura tradicional. Tokio ofrece al viajero una experiencia vertiginosa.
Con la Restauración de Meiji en 1868, Edo pasó a llamarse Tokio, la “capital del este”, para distinguirla de la antigua capital imperial de Kyoto, la “Capital del Oeste.”
La capital de la prefectura de Aomori, en el norte de Japón, Aomori obtiene gran parte de su belleza de los huertos de manzanos y cerezos en flor que conforman su paisaje y de las nevadas Montañas Hakkoda que se ven de lejos. A lo largo de su historia, la ciudad ha sufrido desgracias una y y otra vez – en 1910, un incendio destruyó Aomori, y durante la Segunda Guerra Mundial, la ciudad quedó en ruinas tras un ataque aéreo – aún así, siempre sobrevive.
Aomori es apreciada por muchos que creen en una leyenda local que asegura que la tumba de Jesucristo se encuentra en la zona sur de la prefectura de Aomori. Sin embargo, Aomori es quizás mejor conocida por su famoso Festival Nebuta, un elaborado evento anual en el que los participantes iluminan representaciones gigantes de papel de guerreros samurai, animales y personajes de dibujos animados populares mientras desfilan por las calles.
Sakata es una ciudad de tamaño medio de la prefectura de Yamagata. Sakata está situada en la fértil llanura de Shonai, conocida por su arroz de alta calidad. La ciudad creció como una parada importante en la ruta marítima costera que conectaba Hokkaido con Osaka a través de los puertos del Mar de Japón y el Mar Interior de Seto durante el Periodo Edo.
Una familia de comerciantes locales, el clan Honma, llegó a dominar el comercio en la ciudad y acumuló una gran fortuna que les hizo más ricos que algunos de los señores feudales del país. Debido a su poder e influencia, el clan estrechó lazos con los señores locales e hizo construir una serie de suntuosos edificios. Algunos de estos edificios siguen en pie hoy en día, junto con museos y otras atracciones.
Kanazawa is the capital of Ishikawa Prefecture, on Japan’s central Honshu Island. It’s known for well-preserved Edo-era districts, art museums and regional handicrafts. Kenrokuen Garden, begun in the 17th century, is celebrated for its classic landscape designs incorporating ponds and streams.
Situada entre el mar, el cielo y las montañas, este pequeño puerto pesquero ha sido apreciado durante siglos por su excelente marisco. Aquí, el Mar de Japón ofrece el famoso cangrejo y hon-maguro, el preciado atún rojo buscado por los gourmets de todo el mundo. Sakaiminato también es su puerta de entrada a la antigua región de Honshu. Al oeste de la ciudad se encuentra Izumo Taisha, uno de los santuarios más antiguos y sagrados del Sintoísmo. Esta zona está salpicada de túmulos funerarios de la Edad de Bronce de Japón. La ciudad de Matsue alberga el famoso “Castillo Negro”, un castillo de seis plantas y negras murallas, hogar del clan de la poderosa dinastía Tokugawa, que gobernó Japón durante más de 250 años. Y al este se levanta la gran cumbre cubierta de nieve del Monte Daisen, considerado como una de las cuatro montañas más espectaculares de todo Japón.
Busan, la segunda ciudad más grande de Corea del Sur, es su puerta de acceso a una tierra fascinante cuya cultura es una amalgama única de lo antiguo y lo nuevo. Las altas y modernas torres empequeñecen las pequeñas torres de los antiguos templos budistas. El bullicioso distrito financiero de la ciudad ofrece un marcado contraste frente a los tranquilos jardines de Yongdusan Park. En resumen, Busan es un microcosmos de Corea del Sur, una nación cuyo sorprendente éxito económico a menudo oculta una de las culturas más sofisticadas y venerables de Asia.
Busan fue escenario de encarnizados combates durante la Guerra de Corea. El Cementerio Conmemorativo de las Naciones Unidas marca el lugar de sepultura de las tropas de 16 naciones que dieron su vida durante el conflicto.
Para la mayoría de los viajeros, Nagasaki es el símbolo del horror y la crueldad de la guerra. Se estima que 75.000 personas murieron en 1945 cuando la ciudad se convirtió en el segundo objetivo de un ataque nuclear. Hoy, el Parque de la Paz de Nagasaki y Museo de la Bomba Atómica atraen a visitantes de todo el mundo.
Pero esta hermosa ciudad de Kyushu ofrece otros lugares. A menudo descrito como el San Francisco de Japón, la ciudad ocupa verdes colinas rodeadas de una bahía de aguas profundas. Durante tres siglos, Nagasaki fue la única ventana de Japón al mundo. La ciudad también es el escenario de la ópera de Puccini “Madame Butterfly”.
A mesmerizing landscape, a revered cultural history, and Japan’s most sacred volcano are just a few of the many delights beckoning you to come and explore this ancient city. While Shimizu may have the reputation as being bustling and modern, its cultural and spiritual side is on display in the form of ancient and enthralling shrines. Of course, it may be the sacred and snow-capped Mount Fuji that garners the most attention. Towering over the region at approximately 12,388 feet above sea level, the active volcano, designated a “place and source of artistic inspiration” by UNESCO is just one of the many unforgettable adventures Shimizu inspires.
Yokohama y Edo comenzaron su vida como tranquilos puertos de pesca. Eso cambió en el siglo XVII después de que Tokugawa Ieyasu se convirtiera en Shogun. Edo se convirtió en el centro del poder político en Japón, posición que la ciudad conservó incluso después de la restauración del gobierno imperial en 1866.
Su contemporánea Tokio puede ser la más sorprendente ciudad de la tierra. Es una mezcla paradójica de antigua tradición y cultura posmoderna. El Ginza – la meca internacional de las compras – se encuentra cerca de los serenos jardines del Palacio Imperial, y la hipervelocidad del consumismo del siglo XXI se reconcilia misteriosamente con la elegancia y la serenidad de la cultura tradicional. Tokio ofrece al viajero una experiencia vertiginosa.
Con la Restauración de Meiji en 1868, Edo pasó a llamarse Tokio, la “capital del este”, para distinguirla de la antigua capital imperial de Kyoto, la “Capital del Oeste.”
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